martes, 24 de diciembre de 2013

Por los presentes, los ausentes y los que ya no están

Ya estamos en Navidad, esa época del año para la felicidad, la armonía y la Paz, pero que se suele convertir en la época de añoranza, melancolía, tristeza y llantos en silencio por los que ya no están, especialmente por nosotros mismos, por lo que fuimos y ya no somos,por la infancia perdida, la inocencia perdida, la seguridad perdida... Este año acaba triste para mi, he asistido al fallecimiento de un gran amigo que se fue a los 48 años, demasiado joven, además hace ya cinco años que fallecieron mis padres ¡que rápido pasa el tiempo! (cuando ha pasado, como le gustaba apostillar a mi queridísimo padre), hace ya siete años que falleció mi suegra, dos de mi padrino...demasiados compañeros de viaje se han ido ya, por suerte puedo vivir la ilusión de la Navidad, de Papá Noel y de los Reyes Magos a través de los ojos de mis hijos, es cierto que no hay mejor regalo que ver esa cara de ilusión cuando aparece Papá Noel pero sigo echando de menos la cara de orgullo de mi padre cuando me veía abrir los regalos que me habían dejado los Reyes Magos y cómo disfrutaba viendome jugar con ellos, ahora comprendo lo que sentía y lo féliz que era en esos momentos, la pena es que no lo he sabido hasta después de que él se haya ido y no he podido compartir esa ilusión, pero se que en algún sitio lo sabe. Feliz Navidad y un brindis, el brindis, el que siempre hacía mi padre "por los presentes, por los ausentes y por los que ya no están" Va por ti, papá. Va por ti, mamá.