martes, 24 de marzo de 2009

El diagnóstico veterinario

Caso real.

Llega el cliente a la consulta para explicarnos que su gato bebe mucha agua (pero no puede decir cuanto) y orina muchas veces (pero no sabe la cantidad) y me pide que le de algo para que se reponga. Tras media hora de explicaciones no cobradas (al parecer mi tiempo no vale nada) le convenzo de que necesito ver al paciente. Al día siguiente me trae a la gata, tras explorarla le comunico que su gata puede tener piometra (infección en el útero), diabetes o cistitis, que a su vez puede ser causada por cálculos. Para diagnosticar debo hacer una radiografia para descartar cálculos y si con la imagen radiológica se mantiene la sospecha de piometra hacer un análisis de sangre para descartar la diabetes y confirmar la piometra. La respuesta del cliente tiene mérito: si la gata tiene cálculos habrá que operarla y no la pienso operar, si tiene la infección en el útero también hay que operarla porque si no se muere, bueno yo también me moriré, si tiene diabetes habrá que pincharla todos los días y a mi me da mucha pena pincharla, así que como no de otra opción no se para que le he traido a la gata.
Me muerdo la lengua y le explico que puede ser una cistitis no originada por cálculos y que puede tener tratamiento médico (con pastillas, le digo) al cabo de media hora y tras preguntar la diferencia de precio entre la radiografía y el análisis se decanta por la radiografía ya que es más económica. La imagen que resulta es compatible con cistitis pero que debería hacerle un análisis de sangre: imposible, se niega a hacer más pruebas. Le mando un tratamiento estandar de antibiótico y antiinflamatorio en pastillas y me dice que cómo pretendo que le de las pastillas, que no va a poder, le indico que me traiga a la gata todos los días para pincharla y me dice que para eso también podría haberle pinchado para la diabetes, le recuerdo que no sabemos si tiene o no diabetes y que faltaría el análisis de sangre y me replica que para qué, si no va a pincharle. Termina diciendo: ya sabía yo que era tontería traer a la gata, ni me dice lo que tiene ni le pone tratamiento.
Ante esto sólo cabe pensar en los dueños que se preocupan de verdad por sus mascotas y confiar en que hoy vendrá alguno de ellos para animar el día.

sábado, 21 de marzo de 2009

El Pregó de la Magdalena de Castelló

EL PREGÓ
L´Alcalde de la Ciutat
i terme de Castelló
té hui la satisfacció
de fer saber al veinat
Que ja el dia és arribat
De la nostra “Madalena”
I desitjant siga plena
De goig pur i verdader,
Convoca al poble sencer
A traure l´amor de pena….!
I puix sabens els veïns
Que la Ciutat té l´honor
De vindré de l´antigor
Per lluminosos camins,
Ara, girant cap a dins
Els ulls de l´entenoment,
Voran orgullosament
Les festes “Madaleneres”
Dignes entre les primeres
De tindré lloc preeminet…!
Anar a la Romeria
No és tan sols“Anar de Festa”,
és deure que manifesta
orgull de genealogía.
Quin fillol oblidaria
La rabassa maternal?
Tots deven, en dia tal,
Ratificar la promesa
De mantindré, sempre encesa,
La llum de l´amor filial.
I perquè siguen les festes
Dignes de nom i de fets
No volem límits estrets
D´ambicions massa modestes,
I ací venen, manifestes
Per raons de tradició,
Les festes que Castelló
Fa seguin la llum antiga,
per que la “Gaiata” siga
el nostre millor pregó…!
¡ Vitol !
Bernat Artola

viernes, 6 de marzo de 2009

Libertad de expresión

El perro ladraba cada vez que me acercaba a coger el agua oxigenada para limpiarme la sangre del arañazo que me propinó el gato que intentaba vacunar. Mientras el otro perro levantó la pata y orinó en la puerta de la consulta. ¡Quién pudiera expresarse con tanta libertad!

Viaje

Mañana al mediodía salimos de viaje. Vamos a Madrid, a ver si de una puñetera vez puedo visitar el Museo del Prado, que ya lo he intentado dos veces y lo he pillado siempre cerrado, la primera vez porque había una huelga y la última porque era festivo. Ya os contaré.

nueva eco

Hoy hemos visto otra vez al bebé. Le he podido ver la cara, y la nariz. De momento y a falta de que mejore con el tiempo os puedo decir que es el bebé más guapo del mundo.

jueves, 5 de marzo de 2009

Blasco de Garay

Mi cuento, Blasco de Garay, ha sido seleccionado para formar parte de Visiones 2007, que para los que no lo sepais es un libro antología con relatos de ciencia ficcion, fantasia y terror que edita y publica cada año la AEFCFyT (Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror). Cuando esté en las librerías ya os lo comunicaré

Buenas Noticias

Según todos los informes el día 17 de septiembre de 2009 nacerá Ángel López Ayala o Emilia López Ayala. Así que por fin seré papá.
Gracias.

Su madre ha muerto, necesitamos su carnet de identidad

La carta que sigue la escribí la noche del sábado 14 de febrero de 2009, mientras acompañaba a mi madre en el hospital San Carlos de Murcia. En algunos momentos me preguntaba porqué el médico de urgencias no intentó eliminar los mocos que ahogaban a mi madre, si no que sólo intentó que conviviera con ellos, es decir, en lugar de quitar los mocos (o intentar averiguar su origen) se limitó a poner oxigeno y ordenar que se le aspirasen los mocos. De todos modos ya poco importa. El lunes 16 de febrero tuve la última noticia de ése hospital. Creí que nada de lo que ocurriese allí podría sorprenderme, pero me equivoqué. Estoy trabajando en mi consulta y suena el móvil, una señorita me informa que me llaman del hospital San Carlos y que me van a pasar con la tercera planta, espero, una voz de hombre me pregunta si soy Ángel, el hijo de Teresa, respondo que sí y pregunto “¿Ha pasado algo?” La respuesta que recibo es tan cortante como la que reproduzco a continuación textualmente “¡Pues claro que ha pasado algo! ¡Si no, no le llamaríamos! Su madre ha muerto, necesito que venga con su carnet de identidad” He visto formas desafortunadas de dar malas noticias, la forma en que me dieron la noticia rozó la crueldad, pero es aún más triste que eso, ni siquiera fue crueldad, fue total indiferencia, la noticia de la muerte de mi madre se me dio como si se me estuviera advirtiendo que me faltaba una firma en un documento.
A pesar de que mi madre ya no está en su habitación 322, y a pesar de que nada de lo que se diga o haga me la podrá devolver, a pesar de no poder entender la actuación del médico de urgencias, a pesar de no poder pasar cerca del hospital San Carlos sin sentir un escalofrío y pensar que fui un mal hijo al permitir que mi madre siguiera internada en semejante sitio, a pesar de todo les remito la carta que redacté por si a algún murciano le sirve para no dejarse internar en la tercera planta del hospital San Carlos.


Soy usuario del Hospital USP San Carlos, en Murcia. Realmente la usuaria es mi madre, ingresada en la habitación 322 (de la tercera planta, la de los pacientes de la Seguridad Social) desde hace ya cinco meses, justo el tiempo que hace que falleció mi padre. El motivo de la presente carta es informar a la opinión pública de Murcia de ciertas situaciones que probablemente la inmensa mayoría de ciudadanos desconozca. Por ejemplo, cómo una de las pacientes, concretamente habitación 324, puede estar casi una hora pidiendo agua a voz en grito sin que ningún auxiliar o enfermero le haga ningún caso. O como las enfermeras y auxiliares pasan gran parte de su tiempo encerradas en una habitación, que utilizan a modo de office, fumando tranquilamente. O como las bolsas de orina de los pacientes con sonda vesical son retiradas y cambiadas por cuidadores y cuidadoras (en su inmensa mayoría emigrantes) no pertenecientes al hospital pero que hacen el trabajo de los auxiliares, y como no se anotan las cantidades de orina producidas por los pacientes (dato importante en pacientes encamados, y ancianos). O como a la hora de cambiar pañales, comprobar si los pacientes han defecado y hay que limpiarles, etc. los auxiliares del hospital se valen de los cuidadores (personas pagadas por los familiares de los enfermos que no pueden acompañar a sus familiares por motivos de trabajo y deben pagar a esas personas) para hacer un trabajo que debieran hacer ellos, y no es que el cuidador de un enfermo ayude a cambiar a ese enfermo, no, un cuidador o cuidadora coge varias bolsas de orina y cambia a varios pacientes o bien va acompañando al auxiliar por todas las habitaciones cambiando pañales en lo que es una delegación del trabajo de los auxiliares en personas sin cualificación y ajenas a la plantilla del hospital. O como una enfermera de UCI le pregunta a una auxiliar sobre la producción de orina de mi madre diciéndole “¿esta bolsa de orina desde cuando está puesta?” y la auxiliar responde, textualmente “pues si no se le ha cambiado al mediodía estará desde la mañana” lo que hace suponer que no hay un control efectivo cuando se cambian las citadas bolsas. O como si un día sufro un atasco y un accidente y no puedo llegar a tiempo a dar la comida a mi madre (con sonda nasogástrica) cuando llego a las quince y treinta horas ningún auxiliar ha tenido la deferencia de haberle dado la comida. O como al preguntar a una auxiliar sobre la posibilidad de que le den el desayuno me informan que “si es algo puntual de un día te podemos hacer el favor, pero por costumbre, no. Eso es obligación de los familiares”, yo creía que era cosa del personal del hospital alimentar a los pacientes y que los familiares estamos para acompañar al paciente, ya veo que no. O como al pedir a un auxiliar que le den ellos mismos la medicación, la respuesta es la misma que con la comida “eso es cosa de los familiares, si no podéis dársela vosotros pagáis a una cuidadora”. O como, en fin, al oír respirar con esfuerzo a mi madre aviso a una enfermera para que haga algo y está me dice “respira bien, está tranquila” , frente a ello yo mismo tengo que coger mi fonendo y auscultarla, percibir roncus y una disnea importante, volver a avisar a un auxiliar y esta, por fin, avisar al médico de guardia que tras ver las constantes y comprobar la hipotensión de la paciente y la imposibilidad de coger una vía periférica opta por una central y al salir de la habitación no se digna ni a dirigirse al familiar (yo) teniendo que ser yo el que lo persiga por la pasillo y tras preguntarle me diga “se le va a poner una vía central porque está deshidratada” al preguntarle el motivo de la hipotensión me dice que eso me informará el internista, al insistir, me informa, en un muy mal tono, que él está para ayudar y no para aguantar impertinencias (yo no creía que preguntar por el estado de una madre fuera una impertinencia, quizás la impertinencia sea osar molestar con preguntas a gente tan importante como un médico.) pero no me informa de porqué no va a hacer ninguna prueba para averiguar el origen de esos mocos ni porqué no va a hacer nada para eliminarlos.

Atentamente,

Ángel López Esteve